El Maestro Guerrillero
A 51 años de ruin muerte a causa del "priismo": ¡Lucio vive, la lucha sigue!
A 51 años de ruin muerte a causa del "priismo": ¡Lucio vive, la lucha sigue!
Por: Manuel (Militante UCPR)
02 de diciembre 2025
Al contemplar las escasas fotografías del maestro y revolucionario, se encuentra un pueblo entero: el obrero, el campesino, el desposeído, quienes luchan a contracorriente por una vida mejor. Al mirar a Lucio a los ojos, me siento representado.
Mi abuelo fue un campesino ajusqueño que, desde niño, tuvo que hacerse cargo de sus hermanos y apoyar a su madre, pues su padre murió cuando eran todos infantes. Del mismo modo, mi padre, mi madre y mis tíos tuvieron que sacrificar mucho para quitarse piedras del camino. Prácticamente todo mi entorno —en el Ajusco, en el resto de la Ciudad de México y hasta el otro lado del Río y el Mar, allá en Palestina, en los países del África Subsahariana, etcétera— está constituido por el proletariado y el campesino trabajadores.
Lo que más comparto con el maestro es el hecho de instar a la lucha hombro a hombro con el pueblo, de sumarse a las causas populares que a todos nos atraviesan. El acceso a la educación científica y filosófica ha sido gracias a la lucha y sangre de personas valientes, dispuestas a todo para que los.más tengamos oportunidades. Por ello, cuando veo a un marxista —o a quien se adjudique cualquier doctrina política y filosófica—, un revolucionario, de escritorio y de discurso, solo queda en un analista más (bien puede estar muy cómodo en su casa en San Pedro Garza, Mty, hablando desde el privilegio que le da este sistema, como muchos otros). Sí, demasiado listo; pero poco combativo. Esto se debe a que quieren enaltecerse frente a los humildes, mas no saben involucrarse en la cotidianidad de las masas populares, en los trabajos colectivos, en las protestas, en todo aquello que, por lamentables circunstancias de la vida, debe enfrentar el pobre o morir.
Lucio se educó en la Normal de Ayotzinapa, siempre apoyando a su comunidad universitaria y, posteriormente, a la comunidad donde fue maestro rural. Demostró que “la ilustración”, el saber el porqué de las cosas —en su caso, principalmente las causas de la pobreza de las masas—, solo sirve si a partir de ello se lucha por superar las condiciones que dan forma a la opresión.
Lucio se vio obligado a la lucha armada, como Zapata, como Jaramillo, como las Fuerzas de Liberación Nacional después, y como todos los que hoy luchan por el socialismo. Lucio es una figura popular que simboliza la INSURRECCIÓN porque, según creo, como diría Jesús (al menos teológicamente hablando): “el que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”. Por tanto, Lucio sabía que el sujeto revolucionario es el pueblo oprimido, no él ni los sujetos aislados. Lucio sirvió al pueblo, y el pueblo enalteció al camarada.
Sin embargo, siempre debemos recordar: la lucha es colectiva, combativa, contundente y definida, porque cualquiera que, desde su corazón, nazca a luchar como el maestro Barrientos, obrará en beneficio de todos.
¡Hasta la victoria siempre, camarada Lucio!
¡Patria o muerte venceremos!
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